Ser voluntario en los Bancos de Alimentos supone aceptar en su integridad el espíritu que inspira la labor que esta organización lleva a cabo en beneficio de los más necesitados. Cada voluntario debe comprometerse a promover y difundir los siguientes principios:
- Las personas más importantes de nuestra organización son las que nos necesitan, ellas son nuestra razón de ser.
- Los voluntarios somos nuestra mayor riqueza. Promovemos la comprensión, el respeto y la ayuda mutua entre nosotros.
- Todos los voluntarios de la organización formamos un equipo. Que los personalismos no dificulten nuestra labor.
- La formación es un derecho del voluntario para ejercer bien su trabajo.
- El trabajo bien hecho en todos los ámbitos de la organización ha de ser nuestra exigencia.
- Los alimentos que recibimos no nos pertenecen, somos simplemente administradores.
- Los alimentos que se nos confían hemos de tratarlos bien, con pulcritud y profesionalidad.
- La transparencia en nuestra gestión no ha de tener límites.
- Nuestra presencia en la sociedad ha de ser ejemplarizante. Seamos testigos de justicia y solidaridad.
- El éxito de nuestra labor reside en nuestro compromiso. Da lo que puedas pero comprométete a darlo.
Te necesitamos, si quieres puedes ser voluntario. Los voluntarios son el soporte fundamental de los Bancos de Alimentos. Suelen ser estudiantes profesionales, preferentemente prejubilados o jubilados, que llevan tareas de dirección, contabilidad, almacén, transporte y aprovisionamiento. Otras de apoyo jurídico, relaciones públicas…. Su labor se centra en la captación, organización y distribución de alimentos. El voluntario, porque se siente solidario, porque cree que es su obligación o por otras razones, acepta un compromiso moral de ayudar seriamente a los demás participando en las tareas del Banco.
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